sábado, 29 de agosto de 2015

Gilles Lipovetsky, una conferencia sobre el futuro del conflicto

El martes pasado, en la Biblioteca Luis Ángel Arango en el centro de Bogotá, Gilles Lipovetsky dictó la conferencia El individualismo en una sociedad en postconflicto. Estuvo acompañado Alberto Bejarano, profesor de la Universidad Nacional. Bejarano abrió la conversación con un texto que reflexionaba acerca del conflicto armado del país y al mismo tiempo introducía al autor francés. En su intervención leyó el poema Conversación a oscuras, de Horacio Benavides, a propósito de lo que pasa después de la violencia. La conversación (en realidad, después de esa primera intervención Alberto Bejarano no volvió a hablar) giró en torno a la pregunta que surge con una inminente terminación de los diálogos de La Habana: ¿Cómo abordamos el posconflicto? Pregunta que tarde o temprano tendríamos que empezar a responder, “después de 70 años de violencia ininterrumpida”.

Lipovestky empezó diciendo, luego de aclarar que él no era un experto en el tema y que la suya era una opinión modesta, que el posconflicto era un tema vital para la Colombia que está tomando forma. Además, en su opinión, el posconflicto estaba adquiriendo una dimensión social en repuesta a la aspiración de paz que tienen los colombianos
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En la parte más extensa e interesante de su intervención habló acerca de cómo se ha transformado la búsqueda del cambio social y qué pasa hoy en los Estados democráticos cuando se enfrentan a la violencia política. Dijo que la sociedad moderna (de la Modernidad, s. XV al XIX) nació con el conflicto. El conflicto era fundamental para que la sociedad de ese momento cambie: la Revolución Francesa, la Revolución Bolchevique, y más recientemente, la Revolución Cubana. La violencia es el motor de cambio de las instituciones sociales. Con lo que existe una glorificación a la violencia, lo dice Diana Uribe, como “partera de la historia”.  Para Lipovetsky, las sociedades de la Modernidad entran en conflicto para “inventar una sociedad nueva, un hombre nuevo”.

En cambio, en la edad contemporánea, la sociedad democrática ha pacificado las conductas individuales. Los conflictos sociales son atenuados, no se solucionan ya por medio de las armas. Porque la violencia política no es aceptable. En su opinión: “el hombre democrático se ha vuelto recio a la violencia”. La gente deja de creer en esos grandes ideales de cambio que son como “religiones” y empieza a hacer política y a interesarse por las contiendas en el terreno político. Al fin y al cabo, ¿quién está dispuesto a morir hoy por la revolución? Por supuesto que hay quien, dirá quien lea esta nota, pero en la opinión del autor esas personas representan solo una minoría de la sociedad.  La conclusión es que Colombia está anclada en un conflicto del pasado que debe resolver por la vía política. El francés dice que esto hace parte de un proceso llamado Normalización democrática en el que también están incluidas las críticas al sistema, por supuesto.

La conferencia se extendió hasta las 6:30 de la tarde y terminó con una corta ronda de preguntas. Estuvo un poco cargada, como buen discurso sociológico. Y una pregunta quedó en el aire, formulada por el profesor Bejarano: “¿Cómo encontrar formas de expresión que no caricaturicen a las víctimas y victimarios?”.   


martes, 18 de agosto de 2015

Recomendado: TED



Mi recomendado esta vez es TED. No lo había mencionado antes: creí que a estas alturas todo el mundo lo conocía ya. Pero no. De modo que lo recomiendo. TED es, según su página web, una organización no lucrativa cuya misión es compartir ideas (Ideas worth spreding: “ideas que vale la pena difundir”). Y que pasó de temas relacionados con la tecnología, el entretenimiento y el diseño (Technology, Entertainment, Desing: TED) a prácticamente lo que uno se pueda imaginar. Todo bajo un formato muy agradable y acorde con los medios masivos de hoy. TED comparte la información en cortas charlas de 18 minutos o menos. Algunas son muy divertidas, otras muy solemnes, y todas valiosas. 

Hay una aplicación que se puede instalar en el celular o en la tableta. Ahí puedes descargar cualquiera de las charlas. Si tienes problemas con el inglés simplemente activas los subtítulos. 

lunes, 17 de agosto de 2015

Consejos para comprar libros




Detalle de mi biblioteca.
 

En una corta nota, publicada en la revista Universidad de Antioquia, Luis Fernando Afanador discute las razones por las que un lector compra más libros de los que lee. Luego de varios argumentos no muy convincentes para el sentido común, llega a una conclusión que por lo menos a mí me dejó satisfecho: comprar libros y leerlos son dos vicios distintos, y los vicios no se discuten. Punto. Debe ser que encontré la excusa perfecta para seguir comprando más libros de los que jamás leeré.

Comprar libros (como comprar verduras, frutas, carne) constituye todo un arte que incluye buenas decisiones, regateo, ojo crítico y control de las emociones. En mi experiencia, comprar libros es una fuente de alegría. Es una lástima que sea una alegría pasajera. La misma alegría que tienes al comprar un carro, unos tenis o una camiseta: se te pasa a la semana. Además, no existe mayor alegría que dar por terminada una buena novela o libro de historia, gramática o cocina. Esta sí puede durar años.

Antes de perderme en las disertaciones de un tema que me gusta mucho, los libros, quisiera dar mi opinión acerca de cómo comprarlos. Ya que soy un comprador compulsivo (hombre, al fin y al cabo) he visto algunas formas de negociar, comprar y aprovechar al máximo buenos títulos, autores y ediciones.

1. Compre ediciones originales. Sí, estoy a favor del libro original. El libro original es más lindo, más duradero (no se te caen las hojas, no se corre la tinta, el papel es mejor) y legal. Los libros piratas podrán ser más baratos pero el precio, en lo personal, no justifica un defecto que tienen como característica intrínseca: la fealdad. Son libros feos, mal cuidados y sin olor a libro nuevo. Y al comprar libros piratas usted no financia al autor que tanto le gusta sino a un cualquiera que a lo mejor no sabe nada de literatura.

2. Regatear. No se puede regatear en una librería. Eso queda de quinta. En una librería se pregunta por el descuento. Si le es posible comprar varios libros el descuento será mucho mayor. Por otro lado, el regateo es todo un don que sirve para comprar libros de segunda (Nota: Una vez dije “libro de segunda” y me corrigieron: “libros leídos”). Regatee siempre que compre libros leídos. Por eso es que le tengo rabia al tipo que vende libros (leídos) en la Facultad: No da rebajas y encima se pone bravo si uno le pregunta el cortés “¿En cuánto me lo deja?”.  

3. Aproveche las ferias. Las ferias del libro son muy buenas oportunidades para comprar uno que otro ejemplar. Pero no caiga en el engaño: a veces las ferias las hacen para intentar vender eso que no se vendió en todo el año. O sea que lo que está puesto en los estantes puede resultar siendo un completo desperdicio de dinero. Otra cosa, los precios de feria pueden ser los mismos de siempre solo que parecen más baratos cuando te dicen “estaba en 100 mil y ahora, en la feria, está en 50 mil”. Solo que estuvo siempre en 50 mil. 

4. Si está en Medellín vaya a La Bastilla. Yo amo La Bastilla. Se respira un clima muy cálido, tienes buena atención y conversa, y los precios son excelentes. Además consigues de todo.

5. Para saber el precio real de un libro hay que tener experiencia. Los compradores de libros principiantes deben esperar tener una carrera estable para poder definir el precio real de los libros. Pero hay varias pistas. En el precio de un libro juegan muchas variables: qué edición es, quién es el autor, quién la editorial, pasta dura o pasta blanda, papel. Analize bien todas estas características. Quizá observar con atención lo libre de pagar más de la cuenta.

6. No compre tantos libros. Los libros son para leerlos. No para adornar el cuarto de estudio. Quizá no deba excederse en la compra de libros. Ya lo dije, da felicidad, pero una felicidad pasajera. Mejor lea. Ese es el último concejo: lea todos los libros que compró.